Hola Papá, hoy es 19 de Marzo...

Hola Papá,

Hoy es 19 de Marzo, otra vez... hacen ya casi tres años que faltas de mi lado.

Te fuiste de improviso, sin que pudiéramos hacer nada por rescatarte de las crueles garras que te llevaron. He pasado mucho tiempo enfadada con aquel que te llevo de nuestro lado... llorando cada día, gritando en silencio mi agonía, animando a mamá para que siguiera adelante pese a que yo sintiera que mis piernas apenas me sostenían. Es duro... es frustrante...

Te echo demasiado de menos...  sé que suena egoísta pero te necesito a mi lado... necesito que me sigas dando tus consejos, que converses conmigo como hacíamos aquellas noches en que la casa se quedaba al fin tranquila, que sigamos haciendo planes de futuro, necesito que me sigas abrazando como siempre y que me sonrías como nadie ha sabido hacerlo nunca...

Hoy se me hace un nudo en el pecho cuando leo las felicitaciones de mis amigos, de mis conocidos, cuando leo las innumerables muestras de afecto paterno filiares que pululan por las distintas redes sociales, los mensajes del whatsup...

No puedo por menos entristecerme, pero en el fondo del corazón una calidez me da coraje para seguir adelante, pues todos los 19 de Marzo vividos contigo, atraen recuerdos a mi mente que a veces me provocan sonrisas, otras hacen que me escuezan los ojos hasta acabar llorando, otras simplemente me reconfortan el alma o me inspiran a seguir avanzando en la vida.

Hoy es 19 de Marzo, el día de San José y por ello el día del Padre también. Es un día que compartir contigo, para agradecerte todos tus esfuerzos por darnos todo aquello que necesitamos,  de darte un abrazo y susurrarte un "Te quiero"...

Dicen que no es la carne y la sangre, sino el corazón, lo que nos hace padres e hijos. En mi caso quiero agradecerte todo lo que me has dado pues, puedo decir que la mejor herencia que me has dejado es una mente equilibrada y fortalecida, un carácter firme y a la par benévolo, el coraje por superarme día a día y perseguir mis sueños, un amor por la familia, que pese a tu ausencia, se va haciendo cada día mayor gracias a todo lo vivido a tu lado.

Aún hoy siento tus brazos protectores, cuando yo me escondía en ellos, cuando me acariciabas con dulzura mis cabellos calmando mi llanto, cuando pacientemente me reprendías por mis enfados, cuando sonriendo me mirabas y me susurrabas "Ven aquí pequeña".

Atesoro todos esos momentos y pese a que hoy se me llena el alma de amargas lágrimas, pese a que aún hoy sigo sin entender tu pronta partida, pese a que sigo sintiendo tu ausencia como el primer día...

Tan sólo quería decirte, ¡FELIZ DÍA PAPÁ... TE QUIERO!

Tu pequeña, que te echa de menos.