Hola Papá,
Hoy es tu cumpleaños... otro año más que pasa sin poder abrazarte y decirte cuanto te quiero, sorprenderte llevándote el desayuno a la cama, con ese primer regalo del día... Una tradición más que nos enseñaste..
Volver en un día como hoy, a bromear contigo como antes... pero ya no estás a nuestro lado y no ha podido ser.
Ahora lo celebramos de otra manera, algo más solemne, algo más triste... nos hemos reunido para ir a verte, y llevarte unas flores, aunque hubiéramos preferido compartir una copa de champagne en tu compañía como hacíamos en vida.
A pesar de ir a verte todas las semanas, se me sigue haciendo un nudo en el estómago al ver las frases escritas sobre esa piedra fría, testimonio de tu lugar de reposo...
Mamá y yo seguimos emocionándonos al cambiar con cuidado las flores que te llevamos, unas veces claveles, otras veces rosas, algunas veces siempre vivas... y otras iris, lirios.. siempre te ha gustado deleitarte con la belleza de la naturaleza... por eso seguimos llevándote flores naturales... y no esos engendros de plástico de colores artificiales. Se que para algunos será una tontería, un gasto de dinero estúpido... pero en nuestro fuero interno somos incapaces de llevarte algo tan falso...
Y si, te vamos a ver todas las semanas, y todas las semanas cambiamos las flores, limpiamos la fría piedra y hablamos contigo... porque sigues siendo nuestro apoyo... pese a que ya no puedas contestarnos.
Algunas veces desearía que pudieras bajar tan sólo cinco minutos del cielo, y abrazaras a mamá... te echa tanto de menos... Ojalá pudiéramos reunirnos por unas horas, conversar, abrazarte, besar tus mejillas, ver esa sonrisa que comenzaba en tus ojos serenos y se reflejaba en tus labios...
Pero no puede ser... aunque llore cada día que vaya a verte, no cambia nada.
Te echo de menos, hoy, que es tu cumpleaños, mañana y siempre... porque eres mi Padre, porque eras mi guía, porque sin tí todo es más difícil...
Tan sólo me reconforta confiar que aunque físicamente no estas a nuestro lado, velas por todos nosotros desde ahí arriba, y tan sólo espero que bien tarde o temprano podamos de nuevo reencontrarnos todos.
Te quiero Papá... siempre te echaré de menos.
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