martes, 3 de julio de 2018

Tengo que confesar algo...


Ya han pasado nuevamente más de tres meses, casi cuatro desde mi última entrada en este blog, y es hora de admitir algo: me he convertido en una persona triste.

Ahora viene la explicación a esta afirmación. Lo he comprendido después de una sabia crítica que han hecho sobre uno de los relatos en los que estoy trabajando, y cuyo resumen poco más o menos venía a decir: "El inicio es tan lúgubre y triste que te cuesta seguir avanzando, pero a mediados del relato parece como que coges carrerilla y ya no puedes parar de leer. Pero eso, el principio es demasiado deprimente, yo lo cambiaría"

Resultado, he vuelto a leer el texto objetivamente y después de ese, he leído otros... y he seguido por mis relatos cortos sin publicar, por las poesías... y sí, me inspiro mucho en la tristeza, en la melancolía, en los finales trágicos o las historias dramáticas. Y algo en mi ha saltado.

Podría responder ahora a las preguntas de Pablo Neruda: "Las lágrimas que no se lloran, ¿esperan en pequeños lagos? ¿o serán ríos invisibles que corren hacia la tristeza?"

Sinceramente creo que las lágrimas que reprimimos, que no lloramos, se enquistan abriendo un pequeño manantial de tristeza en lo más profundo de tu subconsciente. No es algo que percibas de manera consciente, pero la rabia, la tristeza, la angustia, ese sentimiento de inutilidad están ahí. Por muchas sonrisas que uses para enmascararlas, por muchos muros que levantes, por muchas responsabilidades que cojas... al final la presa desborda. Ya sea poco a poco, leves filtraciones entre las grietas o con una gran explosión que te deje temblando y al borde de la locura, al final... pasa.

Creo que hasta ahora he ido sobrellevando esto porque me desahogaba escribiendo, si me atreviera a dejaros leer todos mis escritos os sorprenderíais, pero es hora de cambiar. Es hora de dejar atrás el desahogarse en silencio con un papel, porque a veces es necesario dar el paso y abrir tu corazón y tus miedos ante otra persona.

Tengo suerte porque yo he encontrado a esa persona, al principio mucha gente me decía que estaba equivocada, pero puedo decir que me alegro de haber seguido mi corazón y contar con ella a mi lado. 

Tener a alguien que te escuche, que tenga paciencia y sea capaz de esperar, de recogerte una y otra vez cuando caes y darte el empujón que necesitas para seguir adelante es el mayor regalo que puedes tener en este mundo de locos.

Y es por eso, que quería confesaros en lo que me he convertido y en lo que aspiro a ser. 

Voy a intentar dar un paso tras otro, salir de este agujero en que me escondo, este caparazón que he creado a mi alrededor para empezar a vivir de nuevo. A entusiasmarme por todo aquello que la vida tiene que ofrecer, porque me he dado cuenta de que dejándome llevar por la tristeza no hago bien a nadie. Ni a mi pareja ni a mi familia ni a mis amigos.

Así que... espero que a partir de ahora mis escritos tengan una luz menos sombría y que eso refleje de verdad como me siento.

Gracias a todos por estar ahí, no solo a mi familia, sino a mi pareja (tienes el cielo ganado), y a todos aquellos a quienes considero amigos, gracias a vosotros por muy oscura que haya sido la noche, siempre había un resquicio de Luz. ♥

jueves, 22 de marzo de 2018

Y llega Marzo...



Llega Marzo, ya casi a mediados de mes y comenzamos oficialmente la primavera, este año de 2018 exactamente el martes 20 de Marzo. Pero este fin de semana ya ha nevado otra vez en la sierra, ahora mismo hace un frío que pela y el viento sopla fuertemente, a pesar de todo los cerezos, ciruelos y almendros ya están en flor.

Parece como si el invierno se resista a marcharse... muchos dirán que es el cambio climático, yo no sé que pensar porque ya son varios inviernos en que hace más frío en Enero del que haría en Noviembre, incluso recuerdo aquel año en que nevó en el mes de mayo.

Me vienen a la memoria en fechas semejantes, ver a mi padre con la bufanda, los guantes y el abrigo al volver del trabajo. Mi padre siempre decía que el tiempo era cíclico, y me explicaba la razón de los cambios que percibíamos, y aún a día de hoy, a pesar de no estar ya conmigo... veo que tiene razón.

Y empiezo a enlazar un recuerdo con otro... y me doy cuenta de que aunque pasa el tiempo, los recuerdos siempre presentes se vuelven más vivos.

Me encuentro muchas veces mirando un cuadro mientras escucho en mi cabeza la historia del mismo, o revisando un álbum de fotos y recordando en qué momento la sacamos, dónde estábamos, escucho su voz en ese instante en que sacaba la fotografía y no puedo por menos sonreír. Otros días siento la necesidad de acercarme al sofá donde solía sentarse y casi escucho el tenue sonido del pasar de página del periódico. Y aunque sé que ya no está aquí conmigo, superpongo la imagen de su recuerdo a la realidad, casi me parece verle en el sofá mirándome con una sonrisa mientras le acerco un té... y esos momentos duelen.

Como duele saber que ya ha pasado otro Dia del Padre sin que pudiera alegrarte con algún detalle, y que mañana será otro día en que no pueda celebrar contigo tu cumpleaños... No podré sorprenderte, madrugando para ir a vuestra casa y prepararte el desayuno, como era tradición en casa, no podré escuchar tu voz, ni abrazarte, ni decirte todo lo que te quiero y echo de menos.

Siete años desde tu último cumpleaños, siete años en que llegados a esta fecha siento que me ahogo, que el peso cae sobre mis hombros como si de un muro de piedras se tratara. Siento que me fallan las fuerzas, porque es en estos días cuando vuelvo a recordarlo todo exactamente como hace siete años... y me pregunto qué podría haber hecho para cambiar las cosas... todos y cada uno de mis días desde hace siete años pienso en ello. Pero no sé si es porque son fechas demasiado señaladas, que no puedo evitar sentir como se me desgarra el alma...

Aún hoy siento que te fallé, Padre...

Ojalá las cosas las hubiera hecho de otra forma, ojalá no hubiera perdido tanto el tiempo con otros problemas... ojalá hubiera sabido que quedaba tan poco tiempo, ojalá tuviera los conocimientos para haberte salvado... ojalá pudiera escucharte una vez más, abrazarte... y darte las gracias porque solo tú me entendías.

Llega Marzo y mi corazón se inunda de lágrimas, mi cabeza de recuerdos y mis manos se aferran a la nada esperando encontrar el eco de tu recuerdo.

Y llega Marzo... y aunque me derrumbe, me remonto a aquella noche en que nos quedamos hablando hasta la madrugada y atesoro tus palabras, y busco la fuerza en ellas para seguir adelante... y a veces lo consigo, pero otras veces, tan solo quiero llorarte. Porque me duele que no estés aquí, y tan solo encuentro el sosiego, vertiendo mis lamentos en forma de palabras en este rincón... con la esperanza de que estés donde estés puedas leerlas, y quizás algún día puedas responder a ellas.

Llega Marzo y sigues presente en mi vida Papá... te sigo echando de menos, como si no hubiera pasado el tiempo.

Feliz cumpleaños Papá, ojalá pudiera mañana darte un abrazo. 

lunes, 27 de noviembre de 2017

¿Hablar o Callar?




¿Hablar o callar?... más de una vez me he hecho esta pregunta. Casi siempre opto por lo segundo, y ¿por qué? quizás porque soy tímida, porque mientras pienso que hacer a veces pierdo la oportunidad de responder a tiempo. por miedo a las posibles consecuencias de mis palabras o simplemente porque pienso que de toda formas no le interesa a nadie lo que opine.

Lo gracioso es que antes sólo me pasaba en las conversaciones cara a cara, pero actualmente esto sucede también a la hora de escribir sobre un tema en cuestión, a la hora de publicar algo en el blog o simplemente hacer un comentario en una red social.

Algo semejante me pasa con las historias y poemas que se forjan en mi mente, muchas veces dudo de seguir escribiéndolos y acaban olvidados en algún cajón o dentro de alguna carpeta del pc. 

Esto me hace preguntarme cuantas cosas dejamos a medias en esta vida, cuantos secretos apenas susurrados, cuantas frases incompletas o cuantos sueños truncados.

Temer lo que puedan pensar los demás suele ser una de las principales causas de este dilema sobre "hablar o callar", porque eres consciente de que sea lo que sea lo que vayas a decir o a escribir siempre habrá alguien que te llevará la contraria, o tergiversara el mensaje que querías dar... o simplemente te criticará por ello.

Y si bien es cierto que puede que a mucha gente le guste tu opinión o incluso la comparta, nos atenaza ese miedo a ser incomprendidos.

Es parecido a esa sensación frustrante que te paraliza a la hora de mostrar tus verdaderos sentimientos porque no quieres que piensen que estás buscando atención al estilo "drama queen", porque no quieres mostrar que tras esa chica sonriente que anima a todo el mundo también hay un ser humano con sus dias malos y sus tristezas,  porque no quieres correr el riesgo de tender la mano pidiendo ayuda y encontrarte con la nada o la indiferencia.

Así pues, ¿qué es mejor? Hablar? o callar?

Creo que estoy en una fase en que, aunque todavía me sigue importando mucho la opinión de mis amigos, de mis lectores, de vosotros desconocidos que habéis acabado perdidos entre estas líneas; sinceramente es hora de rescatar las viejas historias, sentimientos y poesías, y darles el final que se merecen.

Es hora de hablar, de escribir más y callar menos, porque hay que empezar a arriesgarse, porque hay historias que merecen ser narradas, poemas que deben ser escritos y conversaciones a media voz que deben ser escuchadas.

Os invito como siempre a comentar sobre las historias que escribo, o sobre mis poesías, esta vez no tengo miedo a vuestras criticas pues sin ellas no se puede mejorar. 

Gracias a quien lo lea. 



miércoles, 22 de noviembre de 2017

Lo prometido es deuda: Lista de Películas Favoritas de Terror



Un año más Halloween ha quedado atrás, pero como ya dije me apetece hacer un pequeño listado de aquellas películas de terror que más me han gustado.

El listado no será ni por orden de importancia, ni porque me hayan gustado más que el resto, básicamente voy a resaltar aquellas de entre las miles de películas que he visto que me marcaron en su momento.

Son películas que he visto a oscuras, envuelta en una manta mirando de vez en cuando tras de mí al sentir una pisada inexistente, o que me han hecho dirigir la vista a la ventana sintiéndome observada, esas películas que recuerdas cuando estás en la cama a oscuras y te hacen encender una luz, solo por si acaso, esas películas que hacen que tengas que dormir con las puertas de los armarios cerrados o que te hacen dar una pequeña carrera del baño al cuarto cuando no te apetece encender la luz.

Son películas que forjan en tu subconsciente esos miedos que a veces me inspiran a escribir a su vez, nuevas historias de terror.

Siempre he sido muy curiosa con este género, tanto a la hora de leer como de ver películas, y si tengo que hablar de una película que me impactó con la tierna edad de 8 años fue:  Drácula de T. Fisher (1958) con Crhistopher Lee y esta imagen fue lo primero que vi:


Como podéis imaginar, esa imagen me ha perseguido en mi niñez... pero si he de decir, que la vi años mas tarde, y me encantó, si algo hizo Christopher Lee fue otorgarle un aire más aristócrata al Drácula de Bram Stoker. Siempre acabo comparando las demás películas de vampiros con esta, por desgracia son pocas las que me han impactado tanto como esta versión.

Es quizás la película y la historia de terror que más me gusta, me he visto miles de versiones, algunas mejores, otras peores, algunas olvidables y otras un absurdo sin sentido... (Recuerdo ese "Dracula 3000" con verdadero espanto...) Aunque si queréis veros, Dracula 2000 de Wes Craven, con un jovencísimo Gerald Butler, no tiene desperdicio ni el actor ni la perspectiva del personaje de Drácula.

Drácula de Bram Stoker, la película dirigida por Francis Ford Coppola, es una de mis favoritas pero no creo que sea de terror, más bien la veo como la versión más romántica de este personaje, y tras lo que he descubierto sobre su producción y rodaje quizás me ha hecho respetar aún más a su actriz protagonista, Winona Ryder.

Y otra cinta que aunque se incluye dentro de cine de terror vampírico a mi no me lo parece, pero es divertida de ver: "Jovenes ocultos" (pelicula de culto como no) y "Déjame Entrar" en sus dos versiones, la sueca y el remake estadounidense.


De las películas de vampiros, pasamos a los de licántropos, otro género que siempre me ha intrigado, quizás por ese miedo latente a ser devorada viva. Una de las películas de Licántropos que más me impactaron siendo jovencita fue: "Aullidos [The Howling]" de 1981.

Y si, como podéis apreciar siempre he preferido empezar por los grandes clásicos, aunque de eso hablare en otro momento.

Después de esta película se han sucedido como no: "Un hombre lobo americano en Londres", es una muy buena película y quizás la escena de transformación es de las mejores para la época.[La "secuela"  "Un lobo americano en París", tampoco está mal]

"En compañía de Lobos", una película cuanto menos curiosa y de una estética extraña, la trilogía de "Ginger Snaps", "Romasanta" (curiosa cuanto menos), "Miedo Azul", (basada en el libro de Stephen King, del "Ciclo del Lobo") "La Maldición" con Christina Ricci, "Dog soldiers", "Lobo" con Michele Pfeiffer no es que de miedo ciertamente, pero si la recomiendo para pasar un buen rato de risas con la actuacion de Jack Nicholson.

"Howl" tiene sus momentos, aunque quizás solo merezca verla porque su protagonista es el mismo de Eragorn... "Underworld" que decir, la primera pelicula me encantó, la segunda me dormi a ratos... la tercera aun sigo intentando verla entera.

"El pacto de los lobos" es otra pelicula que merece la pena, al menos según mi punto de vista.

Especial inciso sobre una película que me sorprendió y que me encantó, "La Marca del Lobo", de 2007, dirigida por Katja Von Garnier, pocas películas tienen esa sensibilidad a la hora de narrar las relaciones de la manada.

De los licántropos paso a las películas de Zombies y sí, merecen un pequeño recuerdo en mi lista, dado que les agradezco ese gusto por el cine gore y extraño que he ido adquiriendo. Quizás empezar con la mítica "La noche de los muertos vivientes" de 1968, dirigida por el gran George A. Romero; cuando no era necesarios kilos de maquillaje ni efectos especiales alucinantes para transmitir ese miedo y sensación de angustia de sus peliculas. Por supuesto las continuaciones de esta gran película, se añaden a la lista: "El amanecer de los muertos", "El dia de los Muertos", "La tierra de los muertos", "El diario de los muertos" [Esta no la termine de ver porque me cogi tal mareo viendola que tuve que desistir...]

Por supuesto luego vienen las que son mas comerciales, a mi parecer "Resident Evil"... la primera y la segunda me dieron miedo, el resto son pasables... [Por su culpa mi miedo a los ascensores se ha incrementado ;p]

La saga de "28 días después" y su secuela, me metieron ese miedo en el cuerpo de que pasaría en caso de pandemia. Luego peliculas como la reciente de "El amanecer de los muertos" de Zack Snyder con sus zombies corredores, me estresaron cosa mala.

"La tierra de los muertos vivientes" de 2011 con Simon Baker, (efectivamente nuestro mentalista favorito) me encantó... [aunque fuera más mala que un dolor]

Y aqui hago un inciso... "Zombies Party".. teneis que verla... es la caña!!! No he podido reírme más con esta pelicula de zombies.

De zombies pasamos a las películas que logran asustarme realmente, las películas de fantasmas; parece una tontería, pero películas de monstruos (como los Gremlins o los Critters), de vampiros, licántropos e incluso momias, no me resultan tan terroríficas como las películas de fantasmas, posesiones y asesinos en serie.

En cuanto a películas de fantasmas y posesiones, la mejor sin lugar a dudas es "El Resplandor", aun tengo pesadillas con la escena del baño...


Y tras esta se suceden miles de este género de fantasmas como la saga de Poltergeist, Candyman, Frágiles, 13 Fantasmas, 1408, Mamá, Expediente Warren (aunque me decepcionó bastante, me pareció que era muy predecible), Maleficio (una de mis favoritas y que os recomiendo)



Y en cuanto a posesiones: El exorcista, (aunque debo decir que me dió muchisimo más miedo leer el libro que ver la película) y todas las secuelas que se hicieron. Pero de este estilo, creo que algunas que merece la pena ver son: Exorcismo en Connecticut, el Exorcismo de Emily Rose, Posesión, Posesión infernal (por supuesto de Sam Reimi) y siguientes.

Supongo que en relación a casas encantadas y seres que habitan en ellas, las mejores películas son a  mi entender "Hellraiser", "Christine" (aunque el libro de Stephen King me asustó muchísimo más), "Insidious", "Ouija", "Barco fantasma o Ghostship", "En la oscuridad", "Silent Hill" (muchos consideran que es una patata de película, pero a mi hay escenas que me encantan).

Hay una serie de películas que yo suelo incluir en lo sobrenatural, o paranormal y no me refiero a las de "Paranormal Activity", que me resultan un poco tópicas; sino aquellas películas protagonizadas por un ser o una persona que de haber sido tratadas de otra manera lo mismo no tendrían resultados tan horribles. Y curiosamente muchas de ellas inspiradas en la obra de Stephen King.

Especial mención:  "Carrie" tanto la película de 1976, [hasta su segunda parte, "Carrie 2: La Ira" puede verse aunque no es para nada comparable al resto] como el remake protagonizado por Chloe Moretz de 2013.

"Misery" creo que Kathy Battes se sale en esta adaptación de la novela. Ahora cada vez que releo el libro me imagino a la querida Annie Wilkes con su cara.

"Jennifer's Body" soy consciente de que entra dentro del género de terror, y quizás tiene alguna escena en la que das un saltito, pero en general os invito a verla porque recupera lo mejor de las peliculas de terror adolescente antiguas aunque de más risa que otra cosa...

"Pesadilla en Elm Street", "Halloween", "Scream" y  "Viernes 13" ... películas que te mantienen en tensión sobre todo las dos primeras. Es curioso pero hasta que en la sexta parte de Elm Street, no pude descansar tranquila :p

Y vamos a las películas de animales de genero de terror que más me han marcado:

"Cujo" una película basada en un suceso completamente normal,  que te puede ocurrir a ti o al vecino pero que te mantiene en el sitio en tensión desde el primer minuto de película, y que te hace ver a los perros con más respeto.

"Perro Blanco" una pelicula de 1982 que me marcó en su día, y que no me importa volver a verme. Eso si, es una pelicula con un ritmo muy lento, pero creo que os puede gustar.

"Los pájaros" mítica película de Alfred Hitchcock, que siempre que ponen en la tele acabo viendo aunque me la sepa de memoria :P

"Aracnofobia" ya sé que no daba realmente miedo, pero que queréis, les tengo fobia y no ayuda estar viendo la película y que te caiga una araña en el hombro... aun tengo pesadillas.

"Tiburón" y todas sus secuelas y películas sobre tiburones que le sucedieron, son las culpables de que a dia de hoy siga sintiendo pavor a meterme en el mar.

"Orca la Ballena Asesina", la incluyen dentro de las películas de terror y si bien es cierto que durante la película estas en tensión, al final lloré como una madalena. Miedo no me dio, pero angustia muchísima.

"Los Demonios de la Noche" es otra pelicula que para mí es mas de thriller que de terror puro y duro, es angustiosa pero realmente no da miedo, eso si, se disfruta un montón.

Y cambiamos de tercio, para hablar de las peliculas de cine oriental. Son las que me dejan esa sensación de nudo en el estómago y frío extraño que te hace temblar aún debajo de la manta.

En esta categoría entran tanto películas tan comerciales como "Dos hermanas", "La tienda Maldita",   "The Ring", "Audition" (la recomiendo, la verdad es que a mi me sorprendió y me encantó a partes iguales) la genial y estupenda "Llamada Perdida", de esas que acabas de verla y te llaman al telefono y casi lo tiras por la ventana... "The Wig (la peluca)", "The Eye" (me he visto las dos versiones la oriental y el remake USA, me quedo con la primera) al igual que con la película "The Pulse" "Dark Water"

Hay muchísimas más pero creo que son las que seguramente alguno conozcáis, porque luego entro en las películas serie Z o de gore, tipo "la Matanza de Texas", "La casa de Cera"

Y por último pero no menos importantes hago referencia a esas películas donde los asesinos en serie parecen personas normales que acaban siendo tus peores enemigos,esas películas que te hacen parar la peli a mitad para cercionarte de que tienes las puertas bien cerradas con llave y las ventanas con el cerrojo, las que hacen que cuando un desconocido se acerca a pedirte la hora casi le arrees con el bolso en toda la cara... sí de esas.

"The Purge", "Funny Games", "Tú eres el siguiente", "El cabo del Miedo" (todos recordamos a Robert de Niro en esta película, con esos tatuajes y esa cara de malignidad redomada.), "La semilla del Diablo", "American Psycho" (si no la habéis visto os la recomiendo, porque tiene unas escenas que son gloriosas), "Copycat" (algo que me ayudo a entender realmente como es tener agorafobia, y lo angustioso que puede llegar a ser), "El silencio de los corderos y secuelas", y como no "Saw": os soy sincera, solo he llegado a verme la primera porque el resto me dan bastante resquemor, demasiado gore para mi gusto, aunque todo es ponerme.

Y sobre alienígenas,  "La Cosa" merece especial mención, así como "Alien el 8 pasajero", y las dos siguientes, a partir de la cuarta creo que pierden un poco el norte...

Me dejo muchísimas en el tintero, películas que han pasado sin pena ni gloria por la televisión o que he encontrado en esas cajas de ofertas por 2 y 3 euros, que me han sorprendido gratamente... pero eso lo dejare para otra ocasión.

Espero que alguna de las películas que he mencionado os suene y os haya gustado o bien que no os guste nada, ya sabéis si queréis dejarme un comentario yo encantada.


jueves, 12 de octubre de 2017

Tiempo de volver a confiar.

El tiempo pasa demasiado deprisa, el verano se ha esfumado y ya estamos en Otoño... en teoría, porque sigue haciendo calor de día pese a que las noches se han vuelto frías.

En días como hoy hecho la vista atrás y me pierdo en los recuerdos, en los momentos de felicidad vividos con aquellos que quiero; en esos momentos de calma en que podía cerrar los ojos y disfrutar del olor del café recién hecho; en la alegría al ver a mis sobrinos descubrir poco a poco la vida... pero en esos recuerdos también hay partes oscuras, que me niego a ver a diario, pues si dejo que me arrastren, me absorben de tal manera que el tiempo se me escurre sin remedio y puedo pasar días sumergida en la melancolía.

¿Por qué hoy me pongo a escribir estas líneas? Quizás porque acabo de salir de una de esas etapas oscuras, en que sólo yo peleo con mis propios demonios. 

Es curioso como uno puede llegar a crear esa máscara ante los demás, una máscara que oculta tu lucha interior porque crees que nadie comprenderá jamás por lo que estás pasando, una máscara que actúa como una barrera para proteger a aquellos que quieres de tu tristeza, para embaucar a los demás con una sonrisa que no sientes en el alma, simplemente para evitar explicar por qué lloras en silencio; por no defraudarles; por no ser el centro de atención ni escuchar palabras que a fin de cuentas no son sentidas.

Y a veces... uno se acostumbra demasiado a llevar esa máscara, y se conciencia y piensa que esa fachada es la real, avanzas sin dudarlo, dejando pasar los días hasta que te miras al espejo y eres consciente de ese dolor que te atenaza la garganta y explotas... te derrumbas y te escondes en el baño sollozando contra la toalla para no despertar a tus seres queridos, porque es más fácil llorar a solas que explicarles que no estás bien. 

¿De donde viene ese miedo a contar la verdad? No creo que haya una sola respuesta para todos, pero quizás os pueda explicar de donde viene el mío.

Nunca he dado el primer paso. Siempre he esperado el mejor momento para actuar... aunque significara dejar pasar las oportunidades. 

¿Por qué? Llamadlo cobardía... llamadlo no querer molestar a los demás, llamadlo... no querer defraudar.

Lo he hecho durante tanto tiempo que soy una especialista en engañarme a mí misma, pero llega un momento en que necesitas dar el paso. 

Eso hice yo... me decidí y di el paso, me independicé... me fui a vivir sola a pesar de estar cerca de mis padres. Gocé por primera vez de la libertad en mucho tiempo, e hice muchos planes, quería comerme el mundo... Y lo hice, a mi manera. Encontré a una persona maravillosa, que me ha dado valor y seguridad... pero me duró poco. Porque no había pasado un año cuando falleció mi padre.

¿Sabéis que es lo que se siente cuando te carcomen los remordimientos? Si ese año, en vez de vivir mi vida, hubiera estado a su lado, quizás podría haberles ayudado más, quizás podría haber estado mas pendiente de él y de mi madre, quizás podría haber hecho más cosas... quizás simplemente hubiera disfrutado más de su compañía y en vez de perder el tiempo saliendo los fines de semana, habría estado a su lado, conversando, leyendo o viendo esas películas que nos gustaban a los dos.

Nunca voy a dejar de tener esos remordimientos, y es algo que me carcome día tras día. 

Han pasado seis años, y la herida sigue abierta. Y por más que lo intento, esa sensación de angustia no cesa. Asi que... ahora ¿cómo voy a volver a dar un paso por mí misma?

Y eso es lo que he estado haciendo... me preocupo por las personas que quiero, por los que están a mi alrededor, para sobrellevar el peso de mi angustia.

Va con mi carácter y no lo voy a cambiar, porque gracias a esos pequeños momentos en que lucho por animar a quienes aprecio; en que intento sacar la sonrisa a los demás; en que me levanto cada día para dar lo mejor de mí; en que conozco un poco más a los que me rodean y me llevo gratas sorpresas, siento que poco a poco las barreras van cayendo. No espero nada a cambio... porque ayudando a los demás me ayudo a mí misma.

No es fácil y en el camino a veces tropiezo, y vuelvo a caer en las dudas, la soledad, la angustia y la melancolía, pero lo intento... y espero que llegue al fín un día en que me sienta lo bastante segura para quitarme esta máscara... espero que llegue el tiempo de volver a confiar.