martes, 23 de septiembre de 2014

El cambio... está en uno mismo.


"Se tú el cambio que quieres ver en el mundo", palabras de Mahatma Gandhi, muy sabias y que han venido muchas veces a mi cabeza.

Pero... ¿Es tan fácil decirlas como llevarlo a cabo?

Por desgracia, la inmensa mayoría nos dedicamos a imaginar el cambio... llenamos nuestros pensamientos y nuestros labios de los famosos: "No puedo", "No es el momento", "No es adecuado ahora mismo", "Quizás algún día", "Es que hoy estoy cansado o cansada", "¡¡Qué pereza!!",  "Uy que vergüenza!!...

Eso son meras excusas porque a veces es mejor seguir como estamos que luchar por ese cambio, a veces es mejor bajar la cabeza y dejar pasar nuestros sueños porque consideramos que son fatuos y debemos cargar con nuestras responsabilidades...

En mi caso, debo decir que soy de estas últimas. Personas que anteponemos la vida de los demás a la nuestra, que dejamos de lado nuestras necesidades para cubrir la de los demás, que aunque suframos en silencio preferimos aguantar que explotar y crear más problemas, que tenemos miedo a cambiar porque pensamos que caemos en falta.

Y de esa manera vamos enterrando nuestro verdadero ser tras una máscara, tras unas responsabilidades, tras unos sueños rotos, tras la frustración y nos volvemos infelices, tristes, gruñones...

Me ha llevado mucho tiempo aprender a valorarme a mí misma, tal cual soy, una joven soñadora que busca hacer realidad sus sueños. Esa es mi definición básica.

Lo demás son adjetivos... en qué trabajo, en qué dedico mi tiempo, que aspecto tengo, en mis responsabilidades con mi familia, mis amistades, mi pareja...

Os invito a recapacitar sobre ello... ¿quiénes sois realmente? ¿Qué deseáis? ¿Qué os hace realmente felices? Y una vez lo tengáis decidido... poneros a ello.

Es un proceso largo, que requiere mucha fortaleza y perseverancia, que debe llevarse con acciones oportunas... Es un proceso que requiere no solo querer o imaginar, sino actuar para poco a poco e ir cambiando nosotros mismos y de esa manera cambiar al resto.

Y lo principal... no busquéis grandes cambios, sino pequeñas metas... Aunque no lo creáis, subir la escalera peldaño a peldaño pese a que dure más tiempo os llevará a vuestra meta final.

Yo empecé hace tiempo mi propio cambio, y no os miento, cuesta... cada día... pero merece la pena.
 
Las personas felices aceptan las cosas que no tienen remedio, pero luchan por aquellas que tienen solución, porque la felicidad consiste en tener los sueños suficientemente grandes como para no perderlos de vista mientras se consiguen.
 
Porque realmente el secreto para ser feliz, no consiste en obtener lo que deseas, sino en saber apreciar lo que ya tienes y tu mayor tesoro... eres tú mismo.